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| Cabeza esquemática con engranajes y las letras PNL |
Empezaremos por describir qué o quién es Ing. Pues no es un ser humano o una cosa, más bien es un signo distintivo de algo sin sustancia, pero al mismo tiempo con gran predicamento y pedigrí entre los partidarios de la posmodernidad y los seguidores de la estela del neoliberalismo, OCDE, PISA y otras creaciones del capitalismo más mostrenco. Pues a pesar de esto, Ing se ha convertido en el rey absoluto del panorama educativo español.
Las supuestas innovaciones pedagógicas actuales (Advancement of Teaching: coaching, gaming...) no se basan en nuevos hallazgos didácticos, avances en la lectoescritura para la diversidad, nuevas formas de abordar la misma, promoción de la accesibilidad cognitiva o la didáctica de las distintas áreas en particular. No. Las supuestas innovaciones se basan en una serie de ocurrencias pedagógicas a las que previamente se han sometido a un marketing para revestirlas de un aura casi mesiánica por un ejército de “expertos”, coaches y gurús. Raro es el congreso, seminario o jornada que se precie que no cuente con uno de estos pseudoexpertos, muchos de los cuales solo han pisado la escuela cuando eran alumnos.
El carácter práctico, el esfuerzo y el pensamiento crítico son sustituidos junto al objetivo general de la educación que es el desarrollo pleno como persona y el de un ciudadano reflexivo y crítico por estas innovaciones.
Ocurre algo contradictorio y bastante curioso. Se trata de que las tan cacareadas competencias profesionales (PISA, programa estrella de la organización económica de la órbita capitalista OCDE) se solapan por una serie de objetivos afectivo-emocionales. Yo creo que esta aparente contradicción es, en realidad, un calculado objetivo para fabricar fabricantes de tornillos. Me explico: la educación por competencias se reviste de una felicidad inconmensurable que se deriva, precisamente, de tu capacidad para fabricar tornillos. Al neoliberalismo le interesa que tú fabriques cuantos más tornillos mejor. También le interesa que aprendas idiomas por si se dispara la demanda de trabajadores que fabriquen tornillos en otra parte del mundo y esa demanda cree el inconveniente de que haya que pagarles más a los que fabrican los tornillos. De ahí la excesiva importancia que se le da a los idiomas en detrimento de otras materias para que las órdenes para fabricar tornillos sean bien entendidas en cualquier parte del mundo. Ahora bien, ¿qué es lo que falta aquí? Pues que tú seas feliz fabricando tornillos, De ahí toda esta magufada. Así que yo no creo que todo esto sustituya a la educación por competencias, sino que es un intento de complementarla. Es el soma, una droga consumida en el mundo cada vez que las personas se encuentran deprimidas, con el fin de curar las penas (Un mundo feliz de Aldous Huxley).
En todo este desbarajuste es digno de destacar la constante devaluación del profesor que ya no es un transmisor, guía o mediador del conocimiento y, ahora es un coach. Sí, ahora es un acompañante de otras personas para ayudarles a conseguir sus objetivos. Creo que, dada mi experiencia y mi formación, en la atención a la diversidad (estoy hablando de alumnos con verdaderos problemas para aprender) esto es una solemne bobada. Lo siento, pero estoy totalmente convencido.
Por otra parte, tampoco se puede obligar a los alumnos a estudiar y hemos convertido a la escuela en el reino de la posverdad y en un mundo feliz (al estilo husleyano). Resultando que el que quiera conocimientos se tiene que proveer de ellos fuera de la escuela, con lo que estamos siguiendo la estela del neoliberalismo y, por tanto, fomentamos la desigualdad, creamos ciudadanos dóciles con el sistema, acríticos y sacos de boxeo de todos los abusos políticos.
He titulado este artículo de la forma que lo he hecho porque, desgraciadamente, muchas personas cuando oyen estos neologismos (muchos –ing) denuestan las metodologías menos modernas y se adscriben, sin pensarlo dos veces, a toda esta magufería. Así tenemos el coach educativo (su necesidad en la escuela tiende a cero), el gaming educativo (he encontrado esta definición en Internet: La gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada todo el potencial de los juegos al ámbito educativo para mejorar los resultados de los alumnos en clase) y la PNL (De Internet: La Programación Neurolingüística, PNL, es un conjunto de técnicas que nos permitirán modificar los modelos mentales y la conducta de los estudiantes de manera acelerada a través del lenguaje del docente y lograr una comunicación efectiva). Todas estas innovaciones se rodean de una parafernalia que consiste fundamentalmente en neologismos que revisten de una pretendida importancia todo su discurso. Asistimos al nacimiento de una neolengua al más puro estilo orwelliano.
¿Qué decir ante todo esto?
Respecto del coaching. Yo sustituiría el coach por un buen profesor y una buena metodología (esto y conseguir la motivación y el amor por aprender del alumno es la esencia de la escuela). La Didáctica, desgraciadamente, murió hace tiempo.
No rechazo de plano el gaming, pero mucha de la energía que se gasta en él le vendría muy bien a cuestiones básicas y mucho más pedestres de la Pedagogía. Muchos de los alumnos que terminan el grado y quieren ser maestros tienen un grandísimo déficit en cuestiones elementales inherentes al oficio de enseñar.
Respecto a la PNL, para mí solo es una pseudociencia con pretensiones de ungüento amarillo.
