Intención

Esta bitácora está dedicada a los alumnos con necesidades educativas especiales, sobre todo a los alumnos con discapacidad motora (parálisis cerebral, espina bífida, distrofia muscular,....); en términos de hoy, a los alumnos con diversidad funcional. También proporciona recursos para la intervención en alumnos discapacitados motóricos (principalmente con parálisis cerebral) y opiniones o noticias sobre temas educativos. Es decir: nos preocupa y nos ocupa la educación inclusiva.

Decía Carl Rogers, padre de la psicología existencial humanista, refiriéndose a la empatía, que ésta es como ponerse los zapatos del otro y hacer un buen trecho del camino. Esta bitácora pretende, también, ponerse esos zapatos.

Por otra parte, tenemos el convencimiento de que:

- La accesibilidad e inclusividad del contexto aumenta o disminuye la diferencia entre capacidad y rendimiento y hace que la persona sea más o menos discapacitada. Diseñemos contextos inclusivos.

- Una persona es más o menos competente dependiendo de cómo esté configurado su escenario vital y sus diferentes contextos. La discapacidad está en los contextos, no en las personas.

- Lo peor de una discapacidad no son los inconvenientes físicos que produce, sino la posible ausencia de bienestar psicológico y estar próximo a la exclusión social o ya inmerso en ella.

- Ningún sistema educativo se puede considerar de calidad si no tiene una respuesta para atender a la diversidad.

- El mundo está diseñado por personas sin discapacidad para personas sin discapacidad, por eso podemos afirmar que la discapacidad se construye socialmente. No contribuyamos a esto y hagamos una sociedad inclusiva.

- La institucionalización de la discapacidad es solo la materialización indeseable del principal objetivo de una sociedad excluyente.

- Para los padres: Los logros de los hijos se construyen sobre las expectativas de los padres.

_________________________________________________Javier Martín Betanzos

IMPORTANTE

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AVISO

Estimados lectores, os habréis percatado de que la mayoría de enlaces del blog no funcionan. Esto se debe al cambio que sites.google llevó a cabo en este sitio, que era donde estaban alojados los archivos (sobre todo *pdf). He recuperado los archivos, pero los enlaces seguirán sin funcionar. Si están interesados en ellos, tendrán que acceder través de estos dos enlaces y buscarlos de forma manual y solicitarme que comparta los archivos Enlace 1 y Enlace 2 Siento los problemas ocasionados. Javier Martín Betanzos

viernes, 27 de mayo de 2022

Memoria y aprendizaje en parálisis cerebral

Corte cerebro humano
 

Hay distintos tipos de memoria y, por lo tanto, varias definiciones. Para el cometido de este artículo, no nos interesa, por ahora, la memoria a largo plazo; por eso no nos referiremos a ninguna de sus clases, si bien la denominada memoria procedimental es especialmente atractiva para su estudio en el caso que nos ocupa, ya que se refiere a procedimientos y estrategias que implica a las habilidades motoras aprendidas que nunca se olvidan (nadar, montar en bici, tocar un instrumento musical…).

Nos interesa especialmente la memoria a corto plazo, sobre todo aquella que se emplea cuando estamos adquiriendo alguna destreza o aprendizaje y que se suele llamar memoria de trabajo o memoria operativa.

Los fallos perceptivos nos hacen recordar también la importancia de la llamada memoria sensorial. La podemos definir como un proceso por el que se retiene información auditiva, gustativa, sensorial, visual táctil u olfativa. La memoria sensorial icónica o memoria visual, consiste en la capacidad de recordar objetos y detalles de un hecho o de las características visuales de determinado contexto. Conlleva procesos que permiten interpretar y analizar lo sucedido. La memoria sensorial háptica o memorial táctil, es aquella que se activa mediante los estímulos que recibe la piel. Se acciona conjuntamente con los músculos, articulaciones y tendones. La memoria sensorial ecoica o memoria auditiva, es la que se activa, discrimina y reconoce los sonidos. Además, esta memoria es imprescindible para la comprensión del lenguaje.

Una vez hecho este sucinto repaso de los tipos de memoria podemos reparar en su importancia en el aprendizaje. Podemos centrarnos en el de la lecto-escritura.

Hay alguna literatura relacionada con estudios de las capacidades básicas para la cognición como son la atención y la memoria, necesarias para el aprendizaje y que son definitivas en los alumnos con parálisis cerebral. Está aceptado que los niños con parálisis cerebral presentan con frecuencia problemas de atención y memoria, sin embargo uno de los pocos estudios (McDonough y Cohen, 1982, citados por Puyuelo, 1995) sobre la atención voluntaria demostró que, respecto a la focalización y sostenimiento, entre los niños de entre nueve y dieciséis meses con y sin parálisis cerebral no había diferencia. Según Pueyo (2001), el estudio del rendimiento cognitivo de las personas con parálisis cerebral se ha centrado básicamente en sujetos con hemiplejía. Katz y otr. (1998) encontraron una alteración en la atención que afecta a los sujetos con el hemisferio derecho lesionado aunque también a aquellos con lesión izquierda si la tarea es de mayor complejidad en los sujetos hemipléjicos. Mi experiencia con un número de sujetos mayor y más variado que alguno de estos estudios me dice que la atención y la memoria, en rasgos generales, se ven afectados por los fallos perceptivos y por la menor tolerancia a la fatiga de los alumnos con parálisis cerebral.

Algunos autores, según Martín-Caro (1993) como Boones (1972, Cruickshank, Hallahan y Bice (1976), informan que muchos niños paralíticos cerebrales y con otros daños cerebrales se distraen fácilmente y muestran déficit en la atención visual selectiva. También Fasler (1969), comparó el rendimiento de niños paralíticos cerebrales y un grupo de control en tareas de memoria y atención en dos condiciones: presentación auditiva a volumen normal y a volumen reducido, encontrando que mientras los sujetos normales no variaban su rendimiento en las dos condiciones, los paralíticos cerebrales mejoraban cuando se reducía el volumen.

Laraway (1.985), citado por Martín-Caro (1993), diseñó un estudio con la intención de comparar las habilidades de atención selectiva en niños y jóvenes con y sin parálisis cerebral en tareas de memoria a corto plazo con dos variables: silencio y ruido blanco intermitente. Trabajó con dos grupos de 23 sujetos cada uno de edades entre 5 y 21 años. Todos ellos pasaron una prueba de audición y de inteligibilidad de su habla.

El potencial de la memoria, casi siempre, depende de los recursos que se ponen en juego al almacenar y procesar la información y si falla la atención, con toda seguridad, fallará la memoria; aunque a veces, las causas de los fallos en la memoria son otras. Ahora bien,  afirman  Montero, Calvo y Gracia, (1993) el trastorno producido por la parálisis cerebral apareja la alteración de la creación de los esquemas sensoriomotrices y las dificultades para el establecimiento de lo que se conoce por permanencia del objeto.

Por otro lado, hay tanta diferencia entre las personas con parálisis cerebral como en el resto de la población. De cara a la enseñanza-aprendizaje de la lecto-escritura deberíamos tener en cuenta, entre otros, los siguientes factores:

-      La capacidad de atención y de sostenimiento de la misma.

-      La menor persistencia en la tarea y la fatigabilidad.

-      Los fallos perceptivos en la interpretación de los estímulos visuales o auditivos. Esto es especialmente importante en la lecto-escritura, así como los dos factores anteriores. Se hace imprescindible determinar cuáles son los mejores canales para presentar esos estímulos.

-      La memoria operativa o de trabajo es especialmente importante en el aprendizaje de la lectura y en la comprensión lectora por razones evidentes que no parece necesario explicar. También la poca persistencia en el tiempo de la memoria sensorial influye en este y otros aprendizajes.

Es conveniente y muy necesario conocer las necesidades educativas de los alumnos con parálisis cerebral y para eso es necesario, antes que nada, realizar una evaluación psicopedagógica del alumno, determinar el nivel de competencia curricular y conocer el grado de adquisición y singularidad del estado de las técnicas instrumentales y, también, de las capacidades básicas para aprender como la atención y la memoria, entre otras; además de los posibles problemas que en la comunicación el alumno pueda presentar y de los trastornos asociados a la parálisis cerebral, sobre todo aquellos que puedan derivar en fallos perceptivos.

Resumiendo.

En general, la memoria se halla resentida en muchos de estos alumnos y da lugar a problemas de aprendizaje. La memoria suele fallar a nivel:

-         Perceptivo-sensorial.

-         De memoria motriz (referida al recuerdo de gestos o comportamientos motrices).

-         Memoria grafo-perceptiva.

-         Memoria motriz-manual.

-         Memoria verbal lógica.

-         Memoria a corto plazo, memoria de trabajo y la memoria a largo plazo.

Para más información:

MARTÍN BETANZOS, JAVIER (2011).-Parálisis cerebral y contexto escolar. Necesidades educativas: del diagnóstico a la intervención. Madrid. Editorial EOS. Colección: Fundamentos Psicopedagógicos.- ISBN 978-84-9727-398-5

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