En un afán por hacer el mundo del autismo más visible la Fundación Orange ha producido El viaje de María, un cortometraje de animación de Miguel Gallardo. Incrustamos el video de esta animación más abajo, con el que queremos añadir nuestro granito de arena y, al mismo tiempo, que sirva como presentación de la película documental María y yo. Ésta es finalista de los Premios Goya, que se fallarán el próximo día 13, en el apartado de Mejor película documental.
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| Cartel anunciador de María y yo |
Sinopsis: María vive con su madre, May, en Canarias, a 3000 Km. de Barcelona, donde vive Miguel Gallardo. A veces, Miguel y María se van juntos de vacaciones a pasar una semana en un resort del Sur de Gran Canaria, un escenario un tanto inhabitual que no suele acoger entre sus huéspedes a un padre solo con una hija de catorce años que padece autismo. Esta es la historia de uno de esos viajes, y sobre todo, un relato original y lleno de humor, ironía y sinceridad sobre cómo se convive con una discapacidad. María y yo, es la ópera prima de Félix Fernández de Castro, es la adaptación al cine de la novela gráfica del mismo nombre del dibujante catalán Miguel Gallardo, Premio Nacional de Cómic 2008, una en la que el dibujante cuenta la relación con su hija María, que tiene autismo, tomando como hilo conductor unas de las vacaciones que pasan juntos.
En palabras de su director, Félix Fernández de Castro, el filme es el viaje de un padre y su hija en busca de una forma de comunicarse. Una historia real que nos enseña que una persona con autismo es única, como cualquier otra persona.
Enlaces:
(1) Clica en el número si quieres ir al blog de Miguel Gallardo María y yo
(2) Clica en el número dos si quieres ir al sitio web de la Fundación Orange
(3) Clica en el número tres si quieres ir a la página de los Premios Goya (candidatura de María y yo)
2 comentarios:
Estimado compañero, me ha encantado este post. Conocozco un niño de dos años, está perfectamente reflejado. ¿Cómo podríamos acceder a su mente?. Cuando lo mira, veo que no mira, cuando sonrie, veo que no sonrie por mi, pero sigo pensando que es consciente, de mi tono de voz, de mis caricias y mis palabras, es un sentimiento de "mente sobre mente".Saludos.
Gracias Antonio por la atención prestada a mi blog. Seguro que algún día encontraremos la manera de tener más empatía con las personas que tienen autismo. De momento hay muchos caminos abiertos; algunos, desgraciadamente, no conducen a ninguna parte Mientras tanto añadamos al conocimiento, el poco o el mucho que tengamos, corazón y sentido común.
Saludos
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