Hoy he entrado en un blog por primera vez. El blog es Vivir a ciegas y es un diario de las reflexiones e injusticias que sufre una profesora ciega. Desde luego ella tiene bastante más vista que muchos de los que somos videntes. Os lo recomiendo. A continuación un fragmento de una de sus entradas.
Me pregunto si el año con sus escasas trescientas sesenta y cinco jornadas dará abasto para tantas conmemoraciones: día del padre, día de la madre, día del niño, día de los ancianos, día de la violencia de género (no sospechaba que la violencia tuviese género; podría condenarse en toda su extensión y no excluyendo a cualquiera que no sea mujer), día del orgullo gay (a los "heteros" que los zurzan), día del discapacitado, día de la paz, día del medio ambiente, día del Alzheimer, día del trabajo (por supuesto que se celebra sin trabajar), día del bienestar en el trabajo, día de las personas con discapacidad, día sin coches, día del sida, día del trasplante de órganos, un día para cada profesión laboral o cada Facultad universitaria... ¡Basta, basta! Y fijaos: de no ser porque soy ciega me vería muy poco representada. ¿No existe un día para personas sin ninguna otra particularidad?
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