De izquierda a derecha: símbolo clásico, el nuevo, el de Apple y el hombre de Vitrubio de L. da Vinci |
Es muy posible que haya personas que aún no conozcan
que la Organización de las Naciones Unidas propuso a finales de 2015 un nuevo
Símbolo Internacional de Accesibilidad (SIA). Independientemente de la
intención del significado, de lo que realmente significa o de lo que transmite
en la práctica, lo cierto es que, a estas alturas, no ha logrado extenderse y
en la mayoría de señales, símbolos y cartelería sigue apareciendo el antiguo.
Hemos utilizado como fuente el artículo de Luis Bascones en la Revista Española de
Discapacidad (Bascones, L. (2018): “Lo que cuenta el (nuevo) Símbolo
Internacional de Accesibilidad”. Revista Española de Discapacidad, 6 (II):
205-212) y en él hemos encontrado las siguientes críticas al antiguo (Ben-Moshe
y Powell, 2007; Jones, 2013):
• Su trazo
estático presenta la discapacidad desde rasgos pasivos.
• La silla de
ruedas, el producto de apoyo, ocupa el centro del logo. De hecho, las primeras
propuestas de este símbolo se reducían a la silla de ruedas, a la que se añadió
una cabeza por motivos estéticos. Anteponer la prótesis puede contribuir a la
despersonalización y cosificación, y de esta manera al estigma o prejuicio
negativo.
•
Representar/visibilizar únicamente un colectivo específico (usuarios de silla
de ruedas) y, en consecuencia, referir la accesibilidad física, frente a la
heterogeneidad de perfiles y requerimientos del ámbito de la discapacidad (visual,
auditiva, etc.).
• Afianzar la
dicotomía entre la persona con discapacidad (minoría), representada en el logo,
y una mayoría ausente del mismo: los ‘normales’/capacitados. En este sentido,
contribuir a la segregación.
El nuevo símbolo de accesibilidad pretende no
estigmatizar, su globalidad se expresa mediante el círculo que envuelve a una
figura humana esquemática y su idea es extenderlo a todos los ámbitos donde se
pretenda simbolizar la accesibilidad. Es cierto que el símbolo que pretende
sustituir centraba la atención en la silla, consiguiendo, de este modo, una
enfática cosificación. Sin embargo, el nuevo a mí, particularmente, no me evoca
nada relacionado con la accesibilidad y me recuerda a un indalo.
Bascones señala como ventajas:
• Desde hace
años el Sistema Operativo Apple representa la accesibilidad a través de una
persona en pie con los brazos abiertos en un círculo, como después ha hecho
también Android.
• Desde un
aliento cultural más largo, es difícil no advertir la afinidad entre el nuevo
logo y el célebre hombre de Vitrubio, el dibujo de Leonardo da Vinci que
representa la medida del hombre en relación con el cosmos.
Para mí lo más importante es que suscite un consenso,
una ideología, unos valores comúnmente aceptado, una visualidad estética y un
fácil aprendizaje.