Foto de un niño usando Palmiber |
Hoy traemos a esta
bitácora el vehículo robótico Palmiber.
Se trata algo así como un coche de juguete y que ha sido creado con el objetivo
de promover el desarrollo del niño con parálisis cerebral a través de
experiencias de movimiento, lo que le permite la exploración del entorno y
vivir experiencias que de otra forma no tendría.
En estas páginas hay
numerosísimos ejemplos de lo que el autor piensa sobre el hecho de promover
entornos inclusivos y proporcionar al niño experiencias vitales y de
aprendizaje. La autonomía en el desplazamiento permite el desarrollo de las
diferentes etapas por las que pasa el niño para su desarrollo cognitivo y
afectivo-emocional. Es por lo que pensamos que innovaciones de este tipo no
sólo “solucionan” problemas en el desplazamiento, sino que potencian un
desarrollo más armónico de etapas e hitos de la persona con parálisis cerebral
y permite, también, actividades causa-efecto y la posibilidad de acciones que
alimenten nuevas situaciones de aprendizaje; el feedback que, en ocasiones, echan en falta educadores o familiares
para dar sentido a estas situaciones.
El autor de esta novedad
es Rafael Raya López que ha sido distinguido con el premio a la Mejor
Tesis de Robótica de 2012 por el Comité
Español de Automática, CEA. Este andaluz es ingeniero en Electrónica
y Automática Industrial e investigador en el Grupo de Bioingeniería
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. La innovación consta de
dos dispositivos: un vehículo robótico llamado Palmiber y una interfaz para su conducción, llamada Enlaza.
El vehículo dispone
de varios niveles de funcionamiento para adaptarse al nivel cognitivo del niño,
desde el modo Automático, en el que
el vehículo toma el control, detectando y evitando obstáculos, hasta el modo de
Guiado completo en el que el niño
tiene el control total del vehículo.
Enlaza es un dispositivo que mide el movimiento de la
cabeza del usuario y lo traduce en órdenes para conducir el vehículo o
controlar el ordenador. Tiene una función que permite filtrar el efecto del
movimiento involuntario para que este no afecte al control. Los usuarios que no
pueden usar los dispositivos convencionales pueden hacerlo a través del
movimiento de la cabeza.
Enlazando con lo que
argumentábamos anteriormente conviene subrayar que la autonomía que consiga el
niño ya sea con el juego o por el motivo y los medios que estén al alcance le
vendrá muy bien a su desarrollo; ya decía Vigotsky que las funciones mentales
superiores se adquieren y se desarrollan a través de la interacción social y el
juego es un gran agente socializador. También decía el mismo autor que lo peor
de una deficiencia física no son los trastornos biológicos que puede acarrear,
sino el déficit social que produce, los problemas de integración en la sociedad
y la incorporación a la cultura.
El retraso motor, en
el paralítico cerebral, afecta a todo el aprendizaje, aprendizaje que, por otra
parte, tiene lugar, en muchas ocasiones, en un entorno no adaptado. De ahí la
importancia de proporcionar y propiciar en el niño oportunidades de interactuar
con el medio, medio accesible, se entiende. Las oportunidades socializadoras,
como decíamos más arriba, además de proporcionar nuevas experiencias para que
desarrolle el lenguaje, le sirve al niño de feedback para los nuevos aprendizajes, y también para interiorizar
los esquemas inter-psicológicos; paso previo para formar los esquemas
intra-psicológicos o mentales del propio individuo. Podemos concluir que la
consecución de hitos motores tiene consecuencias a nivel global.
El interés por el entorno es una función innata en el individuo, por tanto deberíamos ofrecer a la persona con parálisis cerebral la oportunidad de interactuar con él; si
recordamos un poco nos daremos cuenta de que todos hemos aprendido así. Una
buena intervención temprana que se precie debe contemplar esta cuestión por una
parte; y por otra, las innovaciones tecnológicas deberían tener una
fundamentación teórica que le dé una finalidad. Si no lo hacemos así todas
estas innovaciones no irán más allá de ser meros cacharros; en este caso que nos
ocupa parece que la idea es muy buena.
El vehículo Palmiber se encuentra en fase de
transferencia tecnológica. Después del prototipo se diseñó posteriormente un
producto preindustrial y en este momento hay empresas del sector interesadas en
su producción. La interfaz Enlaza
ha sido patentada y también se está en la fase de transferencia tecnológica.
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