Viñeta humorística en la que se caricaturiza la igualdad de oportunidades |
La igualdad
de oportunidades es un principio de justicia social que propugna que cada
persona debiera tener el mismo acceso y posibilidades de bienestar social. Esto
se sustancia en el acceso a la educación, a la sanidad, redistribución de la
renta vía impuestos, etc. Todos los ciudadanos parten desde la misma línea,
pero no se tiene en cuenta aquellas situaciones en las que la persona está en
desventaja; como pudiera ser, en este caso lo es, la discapacidad. Es un
argumento defendido por la derecha política.
La igualdad
de resultados es una manera alternativa de organizar la sociedad de forma
que los más desfavorecidos se vean discriminados positivamente para que
alcancen un cierto grado de bienestar o, simplemente, no se vean abocados a la
exclusión social.
En la política de becas para el estudio, como
en otras acciones contra la desigualdad social, la igualdad de oportunidades es
una manera para que las cosas continúen igual. Las personas que parten en
desventaja, por las razones que sean, no conseguirán los mismos resultados que
los que no la padecen y su inclusión social se verá comprometida o ni siquiera
se producirá.
En la entrada anterior de esta bitácora
comentamos el caso de Rafael Lugo, en esta ocasión traemos el de Senén Álvarez
Jalda, un chico de 22 años de tercer curso de Traducción e Interpretación en
Vigo. Tiene un 80% de discapacidad a causa de una parálisis cerebral que le provocó tetraparesia
espástica y que afecta a su motricidad pero no a su capacidad para, con ayudas,
estudiar. Perdió la beca de 5.000 euros porque no pudo aprobar una asignatura.
Leemos en farodevigo.es "Mi discapacidad la padece un 2% de la
población, ni tan siquiera al 2% de universitarios. Y así no estamos en
igualdad de condiciones. Nosotros tenemos muchos problemas para estudiar. Solo
comentar que para que me den una nota tengo que pedir a muchos de mis
profesores que bajen a la cafetería, porque no puedo acceder a la mayoría de
sus despachos, porque hay escaleras."
Seguimos leyendo en farodevigo.es: Senén Álvarez Jalda es pensionista. Cobra al
mes 174 euros como consecuencia de la Ley de Dependencia, que no le permiten
demasiados excesos. Su madre es autónoma y cobra una prestación por un hijo a
cargo, mientras que su padre trabaja en un aserradero cuatro horas al día. Los
5.000 euros que percibía antes de beca le permitían acceder a esos caros
reconocedores de voz que él tanto necesita para sus estudios y que desde la
Xunta de Galicia no se le facilitan, a pesar, según Senén Álvarez, de que es su
obligación. . . . Este año tendrá que sufrir varias operaciones, una de ellas
de rodilla, que seguro que le harán perder tiempo para el estudio, y tal vez su
rendimiento académico se vuelva a ver afectado por estas circunstancia. Pero la
política de becas de Wert no entiende, como señala Senén Álvarez, de este tipo
de situaciones. Sí que es cierto que debido a su 80% de discapacidad está
exenta del pago de la matrícula "igual que las mujeres maltratadas u otros
colectivos", ironiza.
La opinión dominante, sin embargo, es que igualdad
de oportunidades es un ideal al que
hay que tender, algo que perseguir como la máxima expresión de la bondad humana.
Desde este punto de vista, el avance social consiste en eliminar las barreras visibles
de la desigualdad provocando la ilusión de que todos somos iguales y que se
premia el esfuerzo individual. Se ha elevado a los altares la meritocracia, una
caricatura patética de la democracia y el ideal capitalista del self made man. Sin embargo en este mundo
ideal hay personas que no lograrán tener estas oportunidades porque antes habrán
caído por el Monte Taigeto abajo sin lograr hacerse a sí mismas y con el lastre
de nuestra incomprensión y evidente falta de empatía.
Video sobre igualdad de oportunidades / igualdad de
resultados.
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