He tenido acceso a una noticia en La Voz de
Galicia titulada Un colegio de educación especial sin fisioterapeuta, sin bedel y con
pocos cuidadores aparecida
el pasado día ocho. Me ha venido a la mente lo que pienso que debe ser la
atención a los alumnos con parálisis cerebral apoyada en equipos
multidisciplinares o, mejor, interdisciplinares y que he referenciado y
justificado en mis dos libros: Parálisis cerebral y contexto escolar.
Necesidades educativas: del diagnóstico a la intervención y Guía para la evaluación,
orientación y atención a los alumnos discapacitados motóricos en centros
ordinarios, además de varios artículos.
Aula del CEE María Mariño |
Al ser variados en número y cualidad los trastornos que pueden
acompañar a la persona con parálisis cerebral está plenamente justificada la
pretensión de incorporar a los centros educativos fisioterapeutas, terapeutas
ocupacionales y tener asignado un médico rehabilitador que compatibilice
horarios y comparta objetivos con los centros y garantice una atención más
holística, ya que la parálisis cerebral afecta a la persona de una forma global.
Dependiendo de las comunidades autónomas y de los ambientes educativos ya sean
ordinarios o específicos, la situación se sustancia en realidades muy
diferentes.
Comprendo que en un centro ordinario que tenga un alumno de estas
características no se dé tal despliegue, pero ¿y en los centros
ordinarios de escolarización preferente de alumnos discapacitados motóricos?
Sobre todo en Educación Secundaria en la que los alumnos dejan de tener la edad pediátrica
y muchos de estos servicios desaparecen. La situación no es acorde a lo que
corresponde a un país del llamado primer mundo de forma tan pretenciosa.
Se da el caso de profesores de Educación Física, Educación Plástica,
Tecnología, . . . a los que les vendría muy bien la concurrencia de estos
profesionales para desarrollar su labor y practicar, aunque sea mínimamente, la educación inclusiva. Dejamos de hablar de integración y ahora hablamos de inclusión;
pero, con la excusa de la llamada crisis económica, la situación retrocede a la
de hace bastantes años, mucho antes de cuando sólo se pretendía integrar.
Todo esto, la manera en que se hace realidad la educación en España, y
sobre todo la atención a la diversidad, nos motiva a pensar que nunca estaremos
a un nivel rayano con los finlandeses. En Finlandia –dónde el porcentaje de la
educación pública es del 94%, en España sólo el 70% y cada día más privada de
fondos y recursos humanos- no recortan y las instituciones públicas no
funcionan por criterios de rentabilidad económica. ¿Estará aquí, junto con
otros factores, el motivo del fracaso y el abandono escolar (España tiene una
tasa del 30% y Finlandia sólo el 10%)?
Volviendo al artículo del periódico: El centro CEE María Mariño de A
Coruña no tiene fisioterapeuta ni cuidadores suficientes, recordemos que es un
centro de Educación Especial, y en esas condiciones es poco probable que el resto
de profesionales del centro desempeñen sus funciones en las mejores
condiciones; por no tener no tienen ni bedel. En este centro hay, según el
periódico: cinco cuidadores para 46 niños, de los cuales 9 se mueven en
silla de ruedas, 14 padecen escasa movilidad y 23 necesitan supervisión en todo
momento. Además, 14 niños con cierto grado de discapacidad reúnen los
requisitos previos para llevar a cabo un programa de control de esfínteres.
Otros tantos necesitan ayuda para vestirse y asearse. En lo relativo al
comedor, 8 alumnos tienen graves dificultades para tragar líquidos, ingerir y
masticar, y 24 tienen dificultades tales como el rechazo general al menú o a
determinados alimentos, el uso de los cubiertos o lentitud excesiva.
¿De verdad hay algún político que piense que la educación va a mejorar
en estas circunstancias? Con la LOMCE empeorará sin duda y, mientras tanto, aún
hay personas que se preguntan cuál es el motivo por el cual el sistema
educativo no mejora.
A los posibles lectores de este artículo: No se dejen ustedes
influenciar por la palabrería. Externalizar, racionalizar, ajustar
sólo esconden una manera eufemística de empeorar el camino y poner palos en el
engranaje del sistema educativo, sobre todo del sistema educativo público, el de todos.
Enlaces relacionados:
Ni lo somos, ni lo seremos, sobre todo con una ley como la LOMCE que ha tenido el dudoso honor de ser la ley educativa más contestada de la historia.
ResponderEliminarOghaio.
Parece como si no les interesara que las cosas marchen bien. Es una demolición tras otra.
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