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viernes, 3 de diciembre de 2010

Una prueba, basada en la resonancia magnética, sirve para diagnosticar el autismo de manera objetiva

El día de ayer Disabled World publicaba que los investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de la de Utah, conjuntamente con el Hospital McLean, han desarrollado la que consideran la mejor prueba con base biológica para diagnosticar el autismo hasta la fecha. La prueba fue capaz de detectar el trastorno en individuos con autismo de alto funcionamiento con una precisión del 94 por ciento. 
La palabra Diagnóstico se superpone a la palabra Autismo realizada con la trama de un puzzle de colores
     La palabra Diagnóstico flota sobre la palabra
 Autismo que tiene textura del clásico puzzle de colores
La prueba, que utiliza la resonancia magnética para medir las desviaciones en los circuitos del cerebro, podría reemplazar al criterio subjetivo que ahora se utiliza para identificar el trastorno. También podría conducir a una mejor comprensión del autismo y de una mejor gestión de los tratamientos de las personas afectadas.
"Esto aún no está listo para la práctica clínica de forma masiva, pero los resultados son los muy prometedores hasta el momento", dijo el autor Nicholas de Lange, , profesor asociado de Psiquiatría de la Harvard Medical School y director del Laboratorio de Neurostatistics en McLean . "De hecho, tenemos nuevas formas de descubrir más acerca de las bases biológicas del autismo y cómo mejorar la vida de las personas con el trastorno", dijo el autor  Janet Lainhart, investigador principal de la Universidad de Utah.
Los investigadores de la Universidad de Harvard-McLean y de la Universidad de Utah, emplearon la prueba en dos grupos de sujetos. Un grupo estaba formado por personas que habían sido previamente diagnosticados con autismo de alto funcionamiento con el sistema estándar de calificación subjetiva. Ese sistema se basa en la evaluación de los pacientes y un cuestionario a sus padres sobre su funcionalidad en una variedad de áreas incluyendo el lenguaje, el funcionamiento social y el comportamiento. El segundo grupo estudiado fue un grupo de control formado por individuos con desarrollo normal.
Mediante la medición de seis aspectos de los circuitos del cerebro, la prueba fue capaz de distinguir correctamente los que habían sido previamente diagnosticados con autismo con una precisión del 94 por ciento.
El grupo de investigación necesita aún más estudio y desarrollo de la prueba, los resultados saldrán en un año o dos. Los estudios futuros se realizarán en los pacientes con autismo de más gravedad, en los niños más pequeños, y en los pacientes con trastornos cerebrales que no tienen autismo, como los trastornos de desarrollo del lenguaje, el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad) y el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
Si la prueba demuestra un mayor éxito, algún día podría reemplazar al actual sistema subjetivo de diagnosticar el autismo, que no tiene una base biológica.

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