Leemos en la
revista Pediatrics el artículo The Prevalence and Course of
Idiopathic Toe-Walking in 5-Year-Old Children de Pähr Engstron y Kristina
Tedroff sobre la relación entre andar de puntillas y algunos trastornos. No es costumbre de esta bitácora hacerse eco de artículos médicos,
al menos que el tema que trate tenga consecuencias educativas. Sin embargo lo
hacemos en esta ocasión por tratarse de algo que reviste alguna curiosidad.
Estos investigadores suecos han realizado un
estudio con los siguientes resultados:
Pictograma 'andar' de ARASAAC |
De los 1.436 niños del estudio epidemiológico
longitudinal (750 varones, 686 mujeres), 30 niños (2,1%, 20 niños y 10 niñas) todavía
caminaban sobre sus dedos de los pies a la edad de 5,5 años, y fueron
considerados como andadores de puntillas activos. Cuarenta niños (2,8%, 22 niños
y 18 niñas) habían caminado anteriormente de esa forma, pero se habían detenido
antes de los 5,5 años fueron considerados como inactivos. A la edad de 5,5 años,
la prevalencia total de caminar de puntillas fue de 70 (4,9%) de 1436. Para los
niños con un diagnóstico neuropsiquiátrico o retraso en el desarrollo, la
prevalencia total para caminar de puntillas activos o inactivos fue de 7 (41,2%)
de los 17.
Entre las conclusiones del estudio, quedó establecida la prevalencia en
niños de 5.5 años de edad más de la mitad de los niños han dejado de forma
espontánea a caminar con las puntas del pie. El estudio confirma hallazgos
anteriores de que caminar de puntillas tiene una alta prevalencia entre los
niños con un trastorno cognitivo. En este punto nos atrevemos a opinar que si
no se han establecido causas para esta posibilidad y no se han encontrado otros
síntomas, pues algo se habrá pasado por alto o serán formas leves de esta
condición.
Por otra parte, leemos en Rasansky Law Firm. Birth Injuries
que caminar de puntillas puede ser una parte normal del desarrollo de un niño.
Sin embargo, si el niño sigue caminando con las puntas de los pies durante
largos períodos de tiempo, es conveniente una mirada profesional de esta
contingencia. Parece ser que hay cierta relación entre esta forma idiopática, (en medicina
este término se refiere cuando una
condición o enfermedad presenta las condiciones de irrupción espontánea, no se
conoce la causa que lo ha originado o ésta es oscura o desconocida)
sus causas no están establecidas claramente, y la parálisis cerebral.
Hemos leído en otro artículo que, también,
puede haber relación entre andar de puntillas (toe walking por si quieren buscar bibliografía en inglés) y trastornos
como distrofias musculares u otros donde estén comprometidas las habilidades
motoras y sensoriales en los niños. En este artículo se expone que estas nuevas
investigaciones sugieren que el caminar de puntillas idiopático,
considerado durante mucho tiempo un patrón de marcha que se produce en ausencia
de otras anomalías, puede tener una causa neurológica subyacente.
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