Arnulfo Castorena, llorando, y María Teresa Perales, sonriendo. |
Sin acabar los Juegos Paralímpicos España ya
tiene el doble de medallas que al final de los Juegos Olímpicos. Algunas de las
excusas para no haber conseguido más en aquella ocasión y que pude leer en
titulares fueron: “Nos han exigido como a
superhéroes” o “Sin figuras mundiales
no se pueden hacer milagros”. Pues que se lo pregunten a los deportistas
paralímpicos a ver qué saben ellos de la sobreexigencia o de comportarse como
héroes en los que se ha obrado el milagro en carne y hueso; a veces, una carne
y hueso incompletos, pero que saben de pasiones y esfuerzo.
Alguno de estos verdaderos héroes han llorado,
no porque estaban tristes como algún deportista famoso, sino por la inmensa
alegría que les supone conseguir la recompensa a tanto esfuerzo.
Nos encontramos con una nadadora paralímpica María Teresa Perales que ha igualado el
número de medallas (22) del norteamericano Michael
Phelps. Con Richard Oribe -nadador con parálisis cerebral- que nos
toca más de cerca. O con el nadador mejicano de la foto Arnulfo Castorena
que llora, pero no de tristeza. Ellos no están tristes, en su escala de valores
no cabe el estar triste porque quieren más dinero o no le dan palmaditas en el
hombro.
Sirva esta entrada como pequeño homenaje a
estos verdaderos héroes. Porque di que si:
Si se quiere se puede, ¿verdad Langui?
Cuánto tenemos que aprender de estas personas. Buenísimo el vídeo.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues sí. Es algo que se tendría que publicitar más, porque no son héroes de segunda, son un ejemplo. Claro, si el el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda, también máximo dirigente de la ONCE, aseguró que "vamos a luchar y a defender los colores de España, en este caso con 'La Roja Coja'"; pues es (casi) normal que su valía no se tenga en cuenta todo lo quer se merecen.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu atención.
Saludos