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jueves, 20 de mayo de 2010

Día 24 de mayo: día nacional de la Epilepsia

Desde el año 2006 se celebra en España, el Día Nacional de la Epilepsia el 24 de mayo.
Imagen de un cerebro humano
La epilepsia (del lat. epilepsĭa, y éste del gr. πιληψία, intercepción) es una enfermedad crónica caracterizada por uno o varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suelen dejar consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales. (Leído en MedlinePlus). Una crisis epiléptica o convulsión ocurre cuando una actividad anormal eléctrica en el cerebro causa un cambio involuntario de movimiento o función del cuerpo, de sensación, en la capacidad de estar alerta o de la conducta. La crisis puede durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos. Hay unos 20 tipos diferentes de crisis convulsivas.
El término epilepsia resulta, a veces,  confuso, ya que coloquialmente se suele utilizar indiscriminadamente para todos aquellos episodios donde la persona puede presentar una convulsión. Así un individuo puede haber tenido una convulsión por niveles bajos de azúcar en la sangre o un niño con una fiebre alta y no se trataría, en esos casos, de epilepsia. No obstante, la epilepsia describe a un trastorno en el que una persona tiene convulsiones que se repiten en el tiempo debido a un proceso crónico subyacente, de causa conocida o desconocida.
En la clasificación de la CIE-10 hay hasta 10 grupos de trastornos epilépticos. En realidad  existen más de 40 tipos diferentes de epilepsias. Síndrome epiléptico es el nombre de un conjunto de signos y síntomas, que incluyen uno o más tipos de crisis epiléptica junto con sintomatología no necesariamente convulsiva, como por ejemplo, retardo mental o psicomotor, y que pese a constituir una entidad diferenciable clínicamente, puede tener diversas causas. Existen también enfermedades epilépticas, que por razón de sus características, específicas y bien definidas tienen nombre propio como los síndromes de West, Unverricht-Lumbordg, Lennox, etc.
En general, no existe una prevención conocida para la epilepsia, pero con una dieta y reposo adecuados, la abstinencia de drogas y alcohol se puede disminuir la probabilidad de sufrir convulsiones.
Los fármacos antiepilépticos (AED, de sus siglas en inglés) se emplean para reducir los síntomas, aunque parece que no siempre la tolerancia es buena y el antiepiléptico debe ser individualizado en función del síndrome concreto. Se emplea también la intervención psicológica y la neurocirugía.
Las causas son muy variadas. Hipoxia perinatal, hemorragia intracraneal, trastornos metabólicos, alteraciones genéticas, consumo de tóxicos, tumores, e infecciones, entre otras muchas.
El hecho de tener convulsiones puede llevar al que las padece a sufrir estrés. Hay grupos de apoyo para compartir experiencias y problemas y que pueden servir de alivio a la situación.
NOTA: Esta no es una difusión médica, sino simplemente divulgativa y de solidaridad.
FUENTES:
(1)     Clica en el número uno si quieres ir a Medline Plus
(2)     Clica en el número dos si quieres ir a la entrada en Wikipedia
(3)     Clica en el número tres si quieres ir a Amigos Epilépticos

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